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martes, 5 de abril de 2016

PROTOCOLO EMPRESARIAL




INTRODUCCIÓN
En las entidades públicas y privadas existe cada vez mayor demanda de aplicación del protocolo empresarial, como eje principal de la actividad humana y relacional, con usuarios, proveedores, colaboradores, entre otros, todo ello, unido a la mayor vitalidad y dinamismo de la sociedad en general, lo cual hace necesario el desarrollo de un elemento fundamental en las relaciones hacia dentro y hacia fuera de la propia organización, como es la imagen institucional.

Por este motivo, reconocen la importancia que tiene el protocolo empresarial para el fortalecimiento de su imagen corporativa de la empresa generando mayor compromiso de parte de los empleados y así llegara tener un grado de excelencia mayor.

PROTOCOLO EMPRESARIAL
Protocolo es un concepto con diversas acepciones. A nivel general, puede decirse que se trata del conjunto de instrucciones, normativas o reglas que permiten guiar o regular una determinada acción. A partir de este significado general, se desprenden diversas nociones, protocolo de comunicación, protocolo de investigación, etc.
Para comprender el concepto, además de tener en cuenta lo mencionado sobre los protocolos, debemos saber que empresarial es un adjetivo que refiere a lo vinculado con las empresas (las organizaciones que desarrollan una actividad productiva o comercial con fines de lucro) y los empresarios (los dueños de las empresas). Se entiende por protocolo empresarial, por lo tanto, a las reglas sociales y formales que deben cumplirse en el seno de una empresa. Este protocolo establece las pautas y los límites que rigen el accionar de la compañía en cuestión.
El protocolo empresarial suele regular el comportamiento de la empresa tanto en su interior como hacia el exterior. A través del protocolo, se fijan normas de convivencia entre los empleados y se establecen criterios de comunicación puertas afuera. Los protocolos empresariales recopilan las normas que deben seguirse para planificar, desarrollar y controlar acciones promovidas por una empresa. En muchos casos, no sólo incluyen reglas creadas por la compañía, sino que también recogen pautas fijadas por el Estado.
El Protocolo se convierte en una poderosa herramienta para las empresas, sobre todo en etapas de crisis. Hoy en día, las empresas se enfrentan a un consumidor experimentado, cada vez más difícil de satisfacer y saturado por el exceso de información. En este contexto es una tarea ardua conseguir una ventaja competitiva sostenible, y por ello resulta cada vez más complicado conseguir clientes fieles y satisfechos. Sin embargo, todavía está vigente el cliente fiel y satisfecho con lo conocido. Éste es el que nunca falla y es el que aprecia el procedimiento de Actuación Protocolaria.
Podemos destacar:
– Imagen. Ayuda a difundir la imagen de la empresa mediante actos y apariciones públicas.
– Proyección. Favorece la proyección social de la empresa
– Comunicación. Comunica los mensajes de la empresa de modo eficaz.
– Procedimiento. Establece unas normas y unas técnicas de organización
– Rentabilidad. Consigue incrementar los beneficios optimizando el resultado de cada acto.
– Prestigio. Ayuda a conseguir una imagen favorable de la empresa. Por otra parte el protocolo sigue marcando la pauta en los negocios. En una encuesta publicada recientemente (abril del 2013) y donde el tema fue la falta de cortesía más del 50% de los ejecutivos expresaron que ésta lleva a la pérdida de negocio. Además, de poner en riesgo la imagen de la organización y hasta del propio profesional.
El protocolo y los buenos modales son importantes, ya que permite hacer una diferencia en un mercado competitivo; contribuye al liderazgo, reitera el compromiso con la calidad y la excelencia y, a la vez, genera confianza.

CONCLUSIÓN
El protocolo empresarial muestra la seriedad con la que se toma los negocios. Es necesario cuidar y alinear los modales teniendo en cuenta el país de donde provenga, haciéndole sentir que está en buenas manos y facilitar la comunicación con los clientes y poder transitar sin problemas en todos los ámbitos empresariales.
No es suficiente tener un producto o un concepto innovador sino que también mostrar a los clientes que nuestro modelo de negocio es superior al de la competencia, a través de confianza, y una actitud firme de liderazgo y convenciendo con lo que se hace y con las correctas formas de expresión corporal se garantiza el tener una mejor posición en el mercado con diferenciadores específicos.

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